“La Motivación es el motor de la conducta.”




jueves

Lider o Gerente

La gerencia y el liderazgo son dos temas debatidos durante mucho tiempo como diferentes. Ambos han sido estudiados de manera separada por las ciencias de la administración y de la conducta. La gerencia es considerada como el arte de administrar recursos financieros o materiales, mientras que el liderazgo se ha asociado más directamente con la dirección de personal, es decir, “La administración del hombre”.

La experiencia institucional nos hace pensar que debemos prescindir de esta división entre líderes y gerentes. Esta separación en lugar de aclarar conceptos, confunde, en especial cuando notamos que el EJECUTIVO además de gerenciar está en la obligación de DIRIGIR, actividad que resume la esencia de la carrera del GERENTE por el necesario desempeño de LA ORGANIZACION; éste deberá ser ejercido en menor o mayor nivel durante el desarrollo profesional.

La gerencia es fundamental para todos los EJECUTIVOS no importa su especialidad, ya que durante la época de paz y en la preparación para el EJERCICIO, la efectividad y el éxito se logra operando con márgenes de confianza, reduciendo la incertidumbre, con la seguridad de un grado de entrenamiento adecuado y con la participación en un trabajo conjunto e integrado, en donde cada miembro de la EMPRESA debe conocer su tarea y ser capaz de cumplirla.

Cuando se analiza el elemento humano, la motivación personal, la comprensión de sus necesidades, el ejercicio pleno de la función de dirección requiere de una alta calidad, la cual se fundamenta en la serie de teorías y principios de la conducta, de forma tal que se pueda lograr el compromiso que significa el cumplimiento de la misión encomendada mediante la aceptación voluntaria. Ello demanda entonces liderazgo, a fin de obtener de este recurso el compromiso para el aporte máximo de sus capacidades y el desempeño eficiente.

Hoy, en países como el nuestro, es importante la comprensión de que la buena gestión depende en gran parte del conocimiento de técnicas particulares aplicadas al manejo de recursos y su óptimo empleo. Entre ellas encontramos algunas de tipo cuantitativo, otras como modelos administrativos que en forma general permiten una dirección permiten una dirección de alta calidad, siempre que su aplicación sea de uso generalizado y de aceptación por parte de todos los integrantes de la EMPRESA.

No obstante, es necesario una formación académica integral para poder afrontar el reto de tener disponible según las exigencias de la organización, los escasos recursos con que contamos. Nuestra experiencia puede darnos una respuesta concreta sin caer en lo simple y especulativo. Meditando un poco sobre la diversidad de cargos que un EJECUTIVO ocupa en su vida profesional, se observa que un grupo de dichos cargos son actividades cuyas funciones pueden ser novedosas. Debemos entonces estar preparados para afrontar esta función.
La capacidad se obtiene mediante la formación integral que proporciona y exige la vida EMPRESARIAL; ella no permite caer en improvisaciones que puedan afectar su buen funcionamiento.

En este instante conviene aclarar algún pensamiento que puede haber surgido al revisar ideas expuestas, en relación al grado de especialización que debe tener el EJECUTIVO para ocupar un cargo y sólo ése, o aquellos cargos similares o relacionados para el cual ha sido particularmente formado; pensar en que un EJECUTIVO es sólo ADMINISTRADOR, JEFE DE SECCION, AUXILIAR, SUBORDINADO o logístico, tal vez es restringir en demasía la capacidad y formación general que conviene entregarle para su desempeño en la ORGANIZACION. Gerenciar o dirigir como un especialista no avala más la integración de funciones y la variedad de ellas que deben cumplirse en el devenir del OBJETO SOCIAL. Tal vez sea una restricción a la posibilidad de ubicarle en aquellas áreas donde se demanda una capacidad de negociación, de cualidades particulares para representar a la organización, para demandar a los subordinados el cumplimiento de tareas de alto riesgo y de compromiso institucional.

Debe existir en tal caso una íntima relación entre el Líder y el gerente, ya que las organizaciones requieren la presencia de ambos para el desarrollo de funciones administrativas en las que el hombre, eje fundamental de toda actividad, debe ser conducido hacia logros previamente establecidos mediante el uso de los recursos que SE le asigna a la organización para el cumplimiento de su misión.

Es evidente que la separación de los dos conceptos, liderazgo y gerencia, es inútil y estéril ya que los Líderes EJECUTIVOS deben poseer habilidades bien desarrolladas para establecer buenas relaciones humanas con sus subordinados y ser capaces de influir en ellos para el logro de los objetivos, pero también deben ser capaces de utilizar los recursos a su disposición en forma eficaz.

La exigencia demanda a los EJECUTIVOS de hoy y con más razón a los del futuro, una administración efectiva de los recursos disponibles, por la tecnología que se incorpora permanentemente en una organización de alto contenido técnico, por una variación en los valores nacionales e institucionales como consecuencia del cambio en el entorno macro: requiere de una respuesta innovadora y decisiva para que estas variables no escapen al control institucional y puedan conservar, con los cambios necesarios pero sin desvirtuar los principios y objetivos que constituyen la razón de ser del EJECUTIVO.
No estar en el cambio puede convertirse en el alejamiento de las metas propuestas. El reordenamiento sin dirección de la estructura organizativa que no logra adecuarse a las reales necesidades.

Estar en el cambio requiere de un ininterrumpido control de variables de información, de ajustes en función de ella, es decir, generar procesos administrativos en donde el Líder-Gerente logre la coherencia de propósitos, la unidad de pensamiento y la tecnología compartida para participar de una manera activa en este cambio continuo y necesario para el progreso de la ORGANIZACION.

Los conceptos que se han manejado hasta ahora nos permiten vislumbrar que el EJECUTIVO tiene que ser un Líder-Gerente, ya que ambos procesos se complementan en la acción de comando o en el manejo de empresas. Este paradigma es corroborado asimismo por el Doctor Alberto Krygier, presidente organizador del Congreso Gerencia 88, en su discurso de inauguración, cuando sentencia:
“La amalgama del liderazgo eficaz y visionario con el conocimiento gerencial apropiado, sería la semilla más esperanzadora de los cambios que `UN PAIS` requiere. El liderazgo es un recurso clave para una nación y para el manejo de empresas e Instituciones”.
“Preparar gerentes es un paso necesario, aunque no suficiente, para asegurar el desarrollo de una sociedad, porque el gerente representa competencia profesional y autoridad de mando, pero no está necesariamente dotado de fuerza de persuasión y puede carecer de sentido direccional”.
“La buena gerencia sin liderazgo garantiza orden y estabilidad, pero no aporta la dirección innovadora ni prevé el futuro; el liderazgo sin gerencia, a su vez, aporta entusiasmo y mística a la organización, pero no garantiza el conocimiento apropiado para el manejo adecuado de problemas y situaciones”.

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